Travieso. En el camino a Belén

Mi pequeño es genial. Y no es solo amor de madre

Tiene unas salidas....

Su llegada ya fue especial. Mi marido falleció cuando  apenas sospechábamos el embarazo.Confirmar que venía una criatura, un hijo de mi marido ya muerto, fue a la vez duro y consolador.

Y llegó él, este hijo, que es casi un ángel . Travieso pero ángel, con un corazón enorme.

Hoy mi niño me contaba muy emocionado, como arreglaría  el mundo y sus injusticias.

Que si batallas, que si ayudar a los pobres y a las viudas y a los huérfanos, que si encerrar a los malvados en una isla...Todo explicado con palabras y gestos y corriendo de arriba a abajo por el camino.

Al acercarnos a la fuente, ha querido explicar sus planes de salvación a una pareja que reposaban sentados de su caminata. 

- ¿Y si Dios bajara con un gran ejercito y machacara a los malos? - decía mi niño.

- ¿Y si Dios bajara como un pequeño ? - le ha contestado con una sonrisa la chica 

Mi pequeño se ha quedado parado. Parecía que iba a decir que no, que eso no era. 

Pero el cariño, la travesura y la chispa de la mirada de esa chica embarazada, han detenido su respuesta. Ha surgido una complicidad especial entre ellos. Entonces mi niño a dicho

- ¿Un niño con quien poder entenderme y hablar? ¿Dios hecho Niño?

¡Sería genial!

Se ha callado un momento para seguir, esta vez con un tono más triste

- Pero no sería posible, un Dios jamás podría rebajarse a tanto. Sería superhumillante.

- No hay amor tan grande que quisiera asumir la vergüenza de rebajarse tanto - he intervenido yo - Ni el amor de un Dios es tan inmenso como para querernos tanto.

Ella, María, la chica embarazada, ha mirado de reojo a José, su marido

Y los dos han sonreído.

- El inmenso Amor de Dios, también tiene mucho de travieso- ha susurrado María mientras acariciaba el cabello de mi niño.