Irme a dormir pensando que allí, por encima del techo, hay tropecientas estrellas que brillan distribuidas en un cielo casi negro.
Y una luna que se mueve y cambia de tamaño
Ni por ser viernes, ni por ser cuaresma, se nos impide el acceso a semejantes maravillas, No cae un telón que nos adentre en la oscuridad por 40 días. Sí siguen amaneciendo el sol, y anocheciendo las estrellas.
Generoso el padre que ambienta y decora el cuarto de su hijo.
¿Qué mejor decorado para un sueño?
Buenas noches Señor de Noches Estrelladas
Buenos días Miriam. ¡Qué bueno es siempre papá Dios! Un abrazo.
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