Hay que ver las cosas que oigo , cuando me colocan junto a la ventana, y la ventana está abierta.
Dos voces, ambas de hombre.
Dos voces, ambas de hombre.
- Va tú, colócate contra la ventana que yo hago como que hablo contigo y así miro quien está comiendo.
- ¿Es él o no?.
- Pues yo creo que sí, pero la cabeza de Pedro me tapa y no puedo verlo bien.
- ¿Y por qué invitan a comer a un recaudador? A ver si les va a dar por beber, van a hablar de más , y luego tendrán problemas.
- Shhh, que nos van a oír. Espera, se levanta Pedro y….. sí , es Mateo, el de los impuestos.
- Pero si ese no es buena gente.
- Pues yo creo que sí, pero la cabeza de Pedro me tapa y no puedo verlo bien.
- ¿Y por qué invitan a comer a un recaudador? A ver si les va a dar por beber, van a hablar de más , y luego tendrán problemas.
- Shhh, que nos van a oír. Espera, se levanta Pedro y….. sí , es Mateo, el de los impuestos.
- Pero si ese no es buena gente.
- Pero si ese no quiere a nuestro pueblo
De repente, se abre la puerta y asoma María. Se dirige hacia las dos voces y les dice:
- Entrad a comer, hoy es día de fiesta
- Pero si no es sábado.
- Pero.. ¿comer en la misma mesa que Mateo?
- Entrad a comer, hoy es día de fiesta
- Pero si no es sábado.
- Pero.. ¿comer en la misma mesa que Mateo?
Y María:
- Mateo va a enseñar a Pedro y a los otros como hacer las cuentas de la pesca.
- Mateo va a enseñar a Pedro y a los otros como hacer las cuentas de la pesca.
No tengáis miedo. Desde el “sígueme” , Mateo está bajo la custodia de mi Hijo.
¿Entráis?
- ¿Entramos?
- ¿Entramos?
¿Entrarán?
Paso para dejarte un beso y desearte lo mejor hoy domingo.
ResponderEliminarQue seas muy feliz.
Los estoy leyendo todos y me está encantando. Saludos
ResponderEliminarCada vez que se medita el evangelio y lo cuenta uno a su manera parece nuevo ¿no?
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