Atardece.
Jesús y María, delante de la casa, doblando la ropa seca
- - Me han contado eso que les has explicado del rico y el pobre Lázaro. Y hay una cosa que no me ha quedado clara Es cierto que ni apareciéndose él a sus parientes, estos no creerían. Que ya tienen las palabra de Dios para creer. Pero….
Jesús, para que Ella no vea su sonrisa, se gira para recoger un manto. Sólo entonces, la interroga, con el tono más serio que sale de su garganta.
-¿Pero?
- ¿Y si el que bajara no lo hiciera para avisar solo a los suyos? ¿Y si se apareciera para dar un mensaje dirigido a todos? Un mensaje que les acercara a tu Palabra, en uno u otro aspecto, según el momento concreto. ¿ Y si alguien te pidiera poder bajar para recordarles el camino? Sin aportar nada nuevo, solo para remarcar algunos aspectos de tu doctrina...
Jesús sonríe cada vez más. (Si ya digo yo, que en esta familia, el que no habla, ríe.)
- Y si ….
- A ver Mamá. ¿Qué quieres saber? ¿Si tu podrías bajar del cielo a ayudarles?
- Pues eso…
El viento casi hace volar la ropa. Jesús la agarra al vuelo
El viento casi hace volar la ropa. Jesús la agarra al vuelo
- Y digo yo - dice el Señor, ya mirándola de frente -
¿Cómo lo haces para salirte siempre con la tuya?
Ella riendo, le pasa las esquinas de una manta, para doblar entre los dos :
-Porque la mía, como tú dices Hijo, coincide siempre con la tuya, Corazón.
Buenos días Miriam.¡Delicioso!Una vida oculta llena de cosas sencillas, me encanta cada rasgo de la vida del Hijo del hombre.Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Miriam, estas cosas me acercan mas a mi Madre. un abrazo
ResponderEliminarMil Gracias sólo unidos a ella tenemos poder de alcarzar aquello que necesitamos sólo ella tiene poder de acercarnos a ÉL muy unidas en oración y un abrazo
ResponderEliminarMmmm... me encanta, parece que les estoy viendo :)
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