- Anda, pues si gran parte de la gente joven que es la que se supone tiene mejor salud, no puede dar como consecuencia de las juergas del finde... Debemos estar muy mal de donantes
- No creas - contesta- Hay mucha leyenda Este es un país de castos. No hay tanta droga y sexo como dicen.
Mira mi cara, que no sé que expresión tiene, pero ella añade
- Al menos en los que vienen a donar.
Mira mi cara, que no sé que expresión tiene, pero ella añade
- Al menos en los que vienen a donar.
- ¡Qué bien! - digo yo sonriendo.
Me mira con cara rara
- Sí, así tenemos más donantes- añado.
Me sigue mirando raro y contesta.
- De hecho nuestros mejores donantes son los de 60 años. Llevan una vida ordenada, la medicación que toma no influye en la sangre de forma importante, y ya tienen el hábito de donar
Seguimos con mi examen para ver si puedo ser donante.
- ¿Cuánto pesas?
- Pues hace un montón que no me peso, pero siempre estoy sobre los 56 57
- Sube a la báscula
Me coloco encima del la máquina de la verdad, miro la aguja y ....
¡Horror! Eso no me lo esperaba
Me parece tremendo ir de buen rollo a dar sangre y que te digan que pesas más y has cambiado de “decena”.
¡Horror! Eso no me lo esperaba
Me parece tremendo ir de buen rollo a dar sangre y que te digan que pesas más y has cambiado de “decena”.
Algo se debe reflejar en mi cara porque me dice
- Pero si estás bien. 60 es un buen peso para ti
- Ya ya- le digo mientras pienso que no vamos bien.
(sigue mañana)
Espero el desenlace. Tu blog siempre es un soplo de aire fresco. GRACIAS.
ResponderEliminarHe estado fuera y no he podido pasar por los blogs ni contestar.
EliminarAhora pasaré por el tuyo para ver si hay noticias. Espero que todo vaya bien, tanto lo físico como los ánimos
Un abrazo¡¡
Qué tal chasco lo del peso. ¿Por qué siempre la balanza nos da kilos de más y no de menos? Si fuera la cuenta bancaria no me quejaría.
ResponderEliminarjja ja ja, genial lo de la cuenta bancaria. No se me había ocurrido, pero ahora que lo mencionas, tendría que existir una vínculo entre la balanza y la cuenta corriente, así un disgusto se compensaría con una buena sorpresa ja ja ja .
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