Cyrano, ya verás lo que me pasa. Cuanto más mayor me hago, menos paciencia tengo con los demás . Y eso me pone más nerviosa ja ja ja... Menudo lio¡¡ Suerte que a más mayor también aprendo a perdonarme y perdonar más a menudo y con mayor facilidad
Gabriela, me gusta tu comentario. Tantas veces nos olvidamos de la paciencia con uno mismo... Y podemos ser tan "crueles" con nosotros.
No sé si será el mal de este siglo, pero creo que cada vez somos más intransigentes con lo que no se adapta a nuestra voluntad. Menos flexibles y , curiosamente, menos luchadores. Pero también, esta generación, tenemos virtudes que nos pueden ayudar a cambiar. Somos solidarios, a pesar de que el montaje de las ciudades y de la forma de trabajr, no favorezca la ayuda mutua.
Gracias, por su gran aporte.
ResponderEliminarGracias por comentar
EliminarPerfecto punto de vista
ResponderEliminarCyrano, ya verás lo que me pasa. Cuanto más mayor me hago, menos paciencia tengo con los demás .
EliminarY eso me pone más nerviosa ja ja ja... Menudo lio¡¡
Suerte que a más mayor también aprendo a perdonarme y perdonar más a menudo y con mayor facilidad
La paciencia con uno mismo es muy importante. Creo que es la base de la tolerancia y la buena convivencia.
ResponderEliminarGabriela, me gusta tu comentario. Tantas veces nos olvidamos de la paciencia con uno mismo... Y podemos ser tan "crueles" con nosotros.
EliminarNo sé si será el mal de este siglo, pero creo que cada vez somos más intransigentes con lo que no se adapta a nuestra voluntad. Menos flexibles y , curiosamente, menos luchadores.
Pero también, esta generación, tenemos virtudes que nos pueden ayudar a cambiar. Somos solidarios, a pesar de que el montaje de las ciudades y de la forma de trabajr, no favorezca la ayuda mutua.