Amanecen fresquitas, las últimas horas de este agosto hirviente.
Cajas repletas de risas, luz y paseos, aguardan listas para ser trasladadas.
En nada, aparecerá septiembre, con sus novedades, horarios y
propósitos.
Habrá que desembalar cada cosa con cariño y colocarlo con tiempo en el sitio adecuado.
Hasta el año que viene, señor agosto.
Y sin darnos apenas cuenta, como por arte de magia, se nos acerca el señor diciembre,
ResponderEliminarSí, el tiempo pasa cada vez más y más rápido.
ResponderEliminarEs impresionante, no entiendo cmo no caemos mareados¡