jueves, 3 de noviembre de 2011

De niños y la hora del baño.

Demasiado insensible seria quien no auxiliara a un ser querido encarcelado en la tierra;
mas insensible es el que no auxilia a un amigo que esta en el purgatorio, pues no hay comparación entre las penas de este mundo y las de allí.
Santo Tomás
Sobre el Credo, 5, 1. c., p. 73



Creo que ya lo he explicado. Es lo que tiene no poner etiquetas y no tener memoria; no controlas.
Aun así,  me repito porque me encanta la historia, salen niños y salgo yo. Je je je 

Cuando daba catequesis a los peques muy peques (+ - 5 años), sobre estas fechas, les explicaba el purgatorio, el cielo y el infierno. 
Al final, tenían que escoger una persona por quien rezar.  Alguien que hubiera muerto, estuviera "limpiándose" en el purgatorio y con sus rezos y peticiones, quedara limpio en un instante y pudiera entrar veloz como un rayo en el cielo.

Le pregunto a Joan, que con 5 años ya cumplidos,es el más maduro.
-¿Por quien vas a rezar? ¿Por un abuelito, un chino, un profesor...?
- Por todos Yo quiero que todos vayan al cielo.

Miro de reojo al resto. Uff, por suerte están mirando el dibujo que pintaran luego y me da que no se han enterado. Así sí puedo seguir con la actividad

- ¿Y tu María? 
- Yo también por todos.

Y digo yo, ¿cómo lo hacen los niños para escuchar, cuando parece que están con la cabeza en Marte?

- Pablo, ¿Quieres rezar por sacar del purgatorio a un jugador de fútbol, que esté allí limpiándose?
- ¡Quiero sacarlos a  todos!

Y así contestaron igual Ana, Cris, Xavi, Eduardo y África.

En ese momento dudé entre si la respuesta era consecuencia de sus  buenos corazones o simple imitación. 

Hace unos días, al oír las cien mil excusas que ponía un sobrino para evitar ducharse, apareció entre mis neuronas  una tercera opción. A ver si fue la palabra "limpiarse",  su asociación con la "tortura" que supone el baño y el tiempo allí dentro sin poder jugar o ver la tele, lo que les hizo compadecerse de todas las almas.

Sea como sea, espero que siempre hayan niños que, desde algún rincón del planeta, recen por  vaciar el purgatorio y acelerar la entrada en el cielo de todas las personas que allí esperan.


   

3 comentarios:

  1. Buenos días Miriam.Esos canijos son como esponjas ¿Porqué creceremos como adultos pudiendo estirarnos como niños?.Un abrazo.

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  2. Con razón tenemos tantas citas de niños en el evangelio. Deberíamos ser como ellos. Nos sería más fácil entrar en el Reino de los Cielos.

    Preciosa entrada Miriam.

    Un beso. Feliz día.

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  3. Bonito post.
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    El corazón de los niños es grande. Sólo hay un pequeño detalle, el que mucho abarca poco aprieta...
    .
    XDDD
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    No hay que dejar de ofrecer indulgencias, misas, oraciones y sacrificios por los difuntos, no sólo los de nuestra propia familia, sino por todos... Las indulgencias son un tesorazo que tenemos muy fácil hoy (en la edad media se iban a las cruzadas para conseguir una indulgencia plenaria, hoy por leer media hora la Biblia la tienes y sacas un alma del purgatorio). Lucrar indulgencias por los difuntos, aunque sean las que se obtienen por rezar el rosario cada día es más importante de lo que parece...
    .
    Yo también rezo alguna otra plegaria indulgenciada diaria. No digo nada nuevo, pero... Los frutos de ofrecer indulgencias por los difuntos se ven luego, el día en que te mueres, cuando hay un montón de gente que te quiere ayudar por haberlas sacado del purgatorio...

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