Palabras

Se va a meter en un negocio del que no entiende, con unos socios que saben demasiado.
Está deslumbrada, desconfía de sus antiguos amigos.
Todo son quejas sobre los que eran sus compañeros de trabajo, que hasta hace dos días eran además amigos
Así que después de darle mi opinión e intentar ofrecerle opciones para que el golpe no sea tan fuerte, me he dado por vencida.
Vencida, quemada y un tanto "humillada" por la sensación de que me toma por tonta y los únicos listos son esos nuevos socios. Es lo que pasa cuando hablas con personas a las  que quieres.

Al salir, me cruzo con su hermana. Me pregunta y ... le digo lo que pienso
A los dos minutos me doy  cuenta, por su cara,  que tiene una conexión más que directa entre oídos y  corazón.
Y éste sufre cuando ve que su hermana puede meter la pata y cerrarse puertas por algo que no compensa.
He intentado suavizar la situación pero ya era demasiado tarde
He pensado en sacarme el pañuelo, desplegarlo e intentar recuperar mis palabras que aún flotaban por el aire. Pero son terriblemente rápidas y no ha habido forma de cazarlas.

Así que con el alma triste, le he pedido al Jefe que por favor, esta vez,  me echara un cable.

Y entonces ella, la hermana triste, me ha mirado y ha sonreído.
- Cambiando de tema - me ha dicho - estoy esperando un bebé
Los ojos le resplandecen. Está contenta, feliz.
Incluso la preocupación por su hermana, que es mucha, no puede anular la dicha por esa nueva vida.

Gracias Jefe¡¡¡