Adora los cuadros de contrastes, llenos de luces y sombras
Segundo lunes de julio y se despierta inmerso en un enorme Caravaggio
Todo alrededor es penumbra.Tiempo y espacio pintados de negro.
Ni la luz del sol la logra diluir.
Pasa el día y se suceden las horas de oscuridad y tiniebla
Soportan sobre ellas el peso de tanta tristeza y amargura, que el tiempo no puede seguir su ritmo y se ralentiza su paso.
Entre tanta sombra, al fondo un reflejo de luz.
Casi no se ve, tal es la densidad del ambiente que ni siquiera resalta entre tanta pena.
Pero se adivina una lágrima, ternura rallada en chispas.
Y un abrazo que le espera
No está solo.
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