San Ignacio de Loyola
Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis,
a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro:
disponed de ello
según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que éstas me bastan.
Amén.
ALMA DE CRISTO
Alma de Cristo, santíficame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame,
Agua del Costado de Cristo, purifícame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh Buen Jesús, óyeme!
Dentro de tus llagas, méteme.
No permitas que me aparte de ti.
Del maligno enemigo, líbrame.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a ti
para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén
Hola. Cuando el párroco reza la segunda y llega a "agua del costado de Cristo" y unos dicen purifícame, otros, límpiame ó lávame, se pega un rebotee jajajaja. Tiene Carlos de Foucauld una de entrega preciosa:
ResponderEliminarPadre mío, me abandono a Ti,
haz de mi lo que quieras.
Lo que hagas de mi te lo agradezco.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo.
Con tal de que tu voluntad se haga en mí.
y en todas tus criaturas,
no deseo nada más, Dios mío.
Pongo mi vida en tus manos,
te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón,
porque te amo,
y porque para mi, amarte es darme,
entregarme en tus manos sin medida,
con infinita confianza.
Porque tu eres mi Padre.